En las antípodas de la Verdad
El pasado 29 de julio una noticia publicada en el rotativo italiano Il Resto del Carlino me sorprendía en los mostradores de facturación del aeropuerto internacional de Palermo: “Sorpresa: Colombo fue padano”. El titular, inspirado en una tesis doctoral discutida este mismo verano en la Universidad de Pavía, tenía su origen en el estudio realizado por Natalia Lugli, una estudiante de Medicina que gozó de una beca Erasmus en Granada gracias a la cual estableció contacto con los principales investigadores españoles del huidizo ADN de Colón.
Su trabajo, Distribución aplotípica del cromosoma Y en personas italianas y españolas de apellido Colombo y Colón para la identificación de Cristóbal Colón, concluía que las raíces familiares del Almirante de la Mar Océana fueron originarias de la Lombardía italiana –ni de Génova, ni de la península Ibérica- y que después se ramificaron por Francia y España.
La noticia llegaba a mis manos apenas dos semanas después de otra que, al otro lado del Atlántico, en Nueva York, me dejaba patidifuso. Esta vez la publicaba USA Today y se refería a la botadura de un barco de juncos frente a la Estatua de la Libertad que pretende llegar a España justo en las fechas de cierre de esta edición. La nave, pergeñada por un botánico alemán llamado Dominique Gorlitz, tiene nombre de divinidad canaria –Abora- y con su viaje se quiere demostrar, una vez más, que en tiempos prehistóricos los humanos ya cruzaban el océano. Que Colón, en definitiva, no fue el primero en hacerlo.
Tan oportunas informaciones preceden en el tiempo, casi por azar –y eso que yo no creo en las casualidades-, a la publicación de mi nuevo libro, La ruta prohibida, una de cuyas partes está dedicada, precisamente, a la gesta colombina. Aunque en sus páginas no me adentro en honduras cromosómicas, sí dejo claro que Colón siguió una ruta, un camino náutico confidencial, que ya se conocía en ciertas esferas y del que hay suficientes pruebas históricas. Estas pruebas forman parte de esa “otra historia” inaceptable, la que nunca nos contaron en el colegio, pero que hoy, en un afán revisionista casi único, amenaza con reescribir la memoria de Occidente.
Leyendo estos titulares en lugares y rotativos tan distintos uno tiene la tentación de creer que nuestra civilización está atravesando una seria crisis de identidad. De repente, nos hemos dado cuenta de cuánto se ha tergiversado y manipulado nuestro pasado, y ahora nos empeñamos en rescribirlo con la distancia insalvable de los siglos, poniendo en jaque conceptos que dábamos por sentados. Por un lado, esa actitud inconformista es buena. Sana. Pero, por otro, exige fuertes dosis de prudencia. No debemos sustituir la historia ficcionalizada que se enseña en las universidades por otra que está tan llena de incógnitas como la oficial.
Nuestro papel, desde estas páginas, no será nunca el de superponer un modelo histórico a otro, sino el de aportar al lector dudas razonables e independencia de criterio. A fin de cuentas, la Historia es sólo el relato subjetivo de unos hechos aceptado por la mayoría. Algo, pues, que no pocas veces está en las antípodas de la Verdad... Si es que, naturalmente, ésta existe.
http://www.mcediciones.net/MAS_ALLA/html/editorial.asp
Javier Sierra Consejero editorial
jsierra@mcediciones.es
Com veieu aquí cadascu arrima la sardina al seu foc. El que no ens diu la "becaria" es en quin moment els lombards-padans Colom van emigrar a Francia-España.
En Hermando Colom ja deia al seu llibre que el llinatge del seu pare es remuntaba a l'epoca romana.
Perque si es així, aixó ja ho deia el seu fill Hernando a "Historia del Almirante":
"...el Almirante procedió de sangre ilustre, aunque sus padres, por mala fortuna, hubiesen venido a grande necesidad y pobreza, y que hubiese mostrado cómo procedían de aquel Colón, de quien Cornelio Tácito, en el principio del duodécimo libro de su obra, dice que llevó preso a Roma al Rey Mitridates, por lo cual, dice que a Colón fueron dados, al pueblo, las dignidades Consulares y las Aguilas, y tribunal o tienda Consular."
Publi Corneli Tacit (55 - 117 d. de C.)
Es mes, en Hernando va mes endarrere encara :
"...quiso que en este caso imitase a los otros, los cuales, para publicar su nombre, los eligió [Cristo] del mar y de la ribera, y no ya de altezas y palacios, y que al mismo imitase, que siendo sus antecesores de la sangre Real de Jerasulán, tuvo por bien que sus padres fuesen menos conocidos."
16 de set. 2007
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