18 de nov. 2006

Neandertales y sapiens comparten el 99,5 % del genoma




















-Refundido de "El Mundo", "El País" y AFP. Madrid.

Comparar el genoma humano con el del chimpancé no es tan útil como comparar el genoma del hombre moderno con el del neandertal, lo que hasta ahora se consideraba imposible.Los neandertales (cuyos restos fueron reconocidos hace 150 años) camparon por Europa desde hace 400.000 años y se extinguieron hace 30.000 años, mientras que nuestra especie salió de África para Europa hace entre 40 y 50.000 años. Para Bermúdez de Castro, buscar una causa específica para entender la desaparición de los neandertales no es tarea sencilla.

Quizás las dos especies compitieron en los mismos ecosistemas y ello sólo tenía una solución a corto plazo; prevaleció la especie que mejor supo aprovechar sus recursos biológicos y tecnológicos para explotarlos y sobrevivir en las difíciles condiciones de la Europa del Pleistoceno Superior.
Durante la coexistencia los neandertales adoptaron ornamentos corporales de los sapiens y, a cambio, nos pasaron un gen especial para el desarrollo del cerebro. Pese a que no hay evidencias de cruce entre ambas especies, compartimos con nuestros antecesores el 99,5% del código genético, según una serie de investigaciones que publican las revistas 'Science' y 'Nature'.Según uno de los equipos, el gran divorcio entre el Neandertal y el Homo Sapiens tuvo lugar hace 465.000 a 569.000 años, posiblemente hace 516.000 años, mientras que el otro lo sitúa entre 120.000 y 670.000 años atrás, inclinándose por una estimación de aproximadamente 370.000 años.

En resumidas cuentas, el último antepasado común podría haber vivido hace 706.000 años.
Hasta ahora, los estudios del ADN de neandertales estaban limitados al mitocondrio de la célula, que es únicamente transmitido por la madre pero es menos útil que el ADN nuclear para estudiar cuestiones evolutivas.

Para acabar con este vacío de información, unos veinte científicos (alemanes, norteamericanos y croatas) del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, en Alemania, han logrado secuenciar fragmentos de ADN nuclear extraído de un hueso de neandertal de hace 38.000 años proveniente del yacimiento de Vindija (Croacia), donde se halló en 1980.
Analizaron más de 70 muestras de distintos yacimientos, entre otros, el de la cueva de El Sidrón, en Asturias, en la que las muestras tenían 75% de ADN de hombre moderno y 25% de neandertal. Al final, los científicos decidieron estudiar el fósil de un neandertal de la cueva de Vindija que estaba "excepcionalmente libre de contaminación de ADN del hombre moderno", señaló el genetista Svante Paäbo, director del Instituto; concretamente tenía un 99% de ADN neandertal y un 1% de moderno.

El segundo equipo, germano-estadounidense, encabezado por Edward Rubin, recurrió a otro método, la metagenómica, que permite comparar varios genomas entre sí. Los expertos analizaron más de un millón de parejas de bases de ADN, que suponen sólo un 0,3% de los 3.200 millones que componen el genoma completo del neandertal, y posteriormente compararon los resultados con la secuencia genética del ser humano actual y del chimpancé.


Según el estudio, el ancestro común más reciente de humanos modernos y neandertales vivió hace 706.000 años, y las dos poblaciones se dividieron en especies separadas hace 370.000 años.
Fue entonces cuando las características genéticas de ambas especies se separaron, y empezaron a evolucionar de forma diferente.Sin embargo, los genomas de neandertales y Homo Sapiens actuales son más de un 99,5% idénticos, aunque hay poca evidencia de que los neandertales hayan contribuido al acervo genético de los humanos actuales.

Pudo haber un flujo genético limitado entre las dos especies que dejó una huella no superior al 5% en el genoma de la humanidad actual, flujo no detectable con el estudio estrictamente mitocondrial. Dicho de otra forma, si los escasos cruces entre las dos especies fueron de hombres sapiens con mujeres neandertales el ADN mitocondrial no sería un buen criterio para detectar la hibridación.
Jonathan Pritchard, profesor de genética humana en la Universidad de Chicago, y también responsable del artículo de Science, dice: "Nosotros no excluímos la posibilidad de niveles modestos de mestizaje en el genoma".
El tamaño de población efectivo de los ancestros comunes (es decir, número de individuos necesario para producir la cantidad de diversidad genética observada dentro de una población) fue similar a la de los humanos actuales.

Esto sugiere que los primeros homínidos, como los neandertales, podrían haberse expandido a partir de poblaciones de pequeño tamaño, como los humanos modernos, unos 3.000.Queda esperar que pronto aparezca el gen FOXP2 de los neandertales, el gen del lenguaje. Un solo cambio de letra en ese gen se asocia a la capacidad humana del lenguaje.

Dos biólogos neozelandeses, David Lambert y Craig Millar, afirman que "los dos artículos harán callar a los escépticos".



Esquelets d'Homo neandertalensis
(esquerra) i Homo sapiens.
Foto: EFE